Oscar Barrios Ríos
Fabiola Loyola Aravena
Resumen
La cultura de calidad en las instituciones de educación superior se refiere a las
creencias, actitudes, valores, comportamientos, compromisos, liderazgos y
prácticas de gestión y académicas que se generan en las instituciones de educación
superior que priorizan y promueven la calidad como un aspecto fundamental de la
formación y desarrollo de profesionales.
Se desarrollan aspectos teórico-prácticos para gestionar una cultura de calidad en
las instituciones de educación superior.
Palabras claves: Cultura, calidad, liderazgo
Cultura de Calidad
Hoy día en las instituciones de educación superior la calidad de la formación de
profesionales nunca ha sido tan importante, dado a que hay información accesible
al público sobre los resultados de los procesos de formación de profesionales y los
logros alcanzados en un período de tiempo, lo que permite comparar a nivel de
programas y a nivel institucional.
Esta información proporciona un “sistema de alerta temprana” que le indica al
público sobre la calidad y problemas de calidad en las instituciones de educación
superior.
Como resultado de estas evaluaciones de la calidad, los directivos de las
instituciones de educación superior buscan enfoques de la calidad adecuados a su
realidad institucional, que vayan más allá de las herramientas tradicionales de
gestión estratégica que han aplicado en los últimos años
Hoy día, la pregunta es cómo crear una cultura de calidad en la que la comunidad
comprometa calidad en todas sus acciones, donde sientan una actitud positiva por
la calidad como un valor personal en lugar de cumplir con metas.
Varios estudios coinciden que cuatro factores inciden en la calidad como valor
cultural: i. El liderazgo, ii. La comunicación, iii. El trabajo y feedback entre pares y
iv. La apropiación de la calidad por parte de la comunidad.
Las instituciones de educación superior han aplicado diferentes estrategias de
gestión de la calidad basada en estos factores, pero hay prácticas instaladas que
afectan el éxito de esta gestión, por ejemplo: brechas que se generan entre lo que
dicen los directivos y lo que hacen; generación de comunicaciones contradictorias;
es escaso el trabajo entre pares o colaborativo; y políticas y objetivos de calidad
que se establecen quedan solo en su formulación. La gestión establece indicadores
institucionales y para los resultados del proceso de formación de profesionales
establecen tasas que no reflejan la calidad de la formación.
Surge una pregunta ¿Qué es una cultura de calidad en las instituciones de
educación superior?, podríamos por aproximaciones sucesivas intentar construir
una definición operacional de cultura de calidad en las instituciones de educación
superior:
- Cada miembro de la comunidad, independiente de su cargo y funciones. se
preocupa por la calidad de las acciones y tareas que realiza y de las
decisiones que adopte para lograr un nivel de calidad.
- La calidad no solo es cumplir con la aprobación regulatoria.
- Los miembros de la comunidad se deben identificar y comprometer con las
políticas de calidad y sus objetivos, siendo de relevancia máxima, que lo
adecuen a nivel de su cargo y sus funciones.
- Al parecer una cultura de calidad se relaciona con elementos fundamentales
de cada miembro de la comunidad: compromiso, actitud, valores, apropiarse
de los objetivos, actitudes, experiencias y prácticas compartidas,
comunicación clara y efectiva.
- El liderazgo, entendido en forma operacional como las estrategias de cómo
se gestiona a las personas hacia la misión y objetivos institucionales,
generando compromiso y pertenencia por el logro de estos.
Estos rasgos institucionales en una interacción del día a día y en la complejidad de
las relaciones y tareas conforman la cultura de una institución de educación
superior.
El Liderazgo para generar una cultura orientada a la calidad se basa en cómo los
líderes operacionalizan o concretizan la visión institucional para que se apropiada
por los miembros de la comunidad.
El liderazgo como el proceso de dirigir a los miembros de la institución de educación
superior hacia el logro de la visión, misión, a los objetivos institucionales y a generar
la responsabilidad por los resultados de la formación de profesionales.
El liderazgo entendido como la gestión de personas, incide en tres acciones para
que las personas asuman gradualmente una cultura de calidad:
1. La motivación de las personas por realización de las tareas y por el logro de
los resultados propuestos.
2. La socialización de las políticas de calidad y objetivos en el desarrollo de
las tareas y en el trabajo entre pares.
3. La sensibilización por las tareas va a generar compromiso y pertenencia
a la institución y van a generar responsabilidad por la calidad de la
formación.
Una cultura orientada a la calidad se basa en el liderazgo visionario de los líderes
de la institución. Una cultura de excelencia operativa se establece y se sostiene
mediante las palabras, los pensamientos y las acciones de los líderes, un liderazgo
sólido y una visión clara son fundamentales para dar forma a la cultura de calidad.
El liderazgo para generar una cultura por la calidad del proceso formativo se va a
concretar a través de diferentes estrategias que puede desarrollar el líder, tales
como:
• Fomenta el compromiso con la misión, política de calidad y objetivos
Este tipo de estrategia se basa en saber comunicar y describir claramente la
situación futura y el nivel de calidad que se planifica alcanzar. Debe ser de
tal magnitud que las personas de la institución de educación superior se
formen una imagen de las características de los profesionales que deben
formar, aquí juega un rol importante los perfiles de egreso como las
condiciones que establecen los planes de estudios.
• Apoya las decisiones académicas
Fundamental en este tipo de estrategias la comunicación debe permitir una
congruencia entre las decisiones institucionales y las decisiones académicas.
En esta cadena de decisiones los directivos – líderes, al existir una
comunicación efectiva están en condiciones de apoyar las decisiones
académicas.
• Afronta el cambio organizacional
Este tipo de estrategias se caracteriza porque el directivo líder no solo
incentiva los cambios internos, sino que considera las condiciones
institucionales para asumir cambios externos.
• Resuelve o apoya la resolución de problemas organizacionales
Ante problemas que se generan en los procesos institucionales, los directivos
líderes están dispuesto a enfrentar o apoyar su solución, además, la
estrategia considera que al mismo tiempo de solucionar o superar el
problema, se genere un cambio positivo, es decir, que la situación problema
sirva para generar un cambio de carácter positivo.
• Estimula frente a las dificultades institucionales.
Los directivos líderes ante dificultades institucionales establecen estrategias
motivacionales y de apoyo que permitan desarrollar acciones que superen
las dificultades y que al mismo tiempo se establezcan orientaciones para que
no vuelvan a presentarse.
Características de las estrategias de liderazgo para una cultura de calidad
Las estrategias cuyo propósito es “orientar” a los integrantes de las instituciones de
educación superior, plantean una descripción concreta de los profesionales a
formar, que se origina a partir de los perfiles de egreso de los programas. Permite
que cada miembro de la institución tenga una imagen del resultado final y cómo
cada uno de ellos debe aportar a esa imagen. Conocer la “meta final” motiva a los
miembros de la institución, genera compromiso por lograr el resultado y se sienten
que pertenecen y son importantes en la institución.
Características de las estrategias de liderazgo:
• Deben permitir el desarrollo de un pensamiento pragmático en los miembros
de la institución.
• Atiendan a los detalles de los perfiles de egreso.
• Desarrollen una visión hacia el futuro de los profesionales insertos en el
campo laboral.
• Ser persistente y tenaz en conseguir los resultados.
• Piensar en términos no convencionales.
• Aprovechar el entorno y las oportunidades.
• Desarrollar la capacidad para organizar grupos.
• Desarrollar la capacidad de colocar cada problema en su dimensión
apropiada.
• Crear o proponerse objetivos.
Gestión de liderazgo directivo para una cultura de calidad
Los directivos de las instituciones superiores deben privilegiar en su gestión
decisiones y acciones relacionadas con aspectos actitudinales que favorecen la
realización de las actividades claves para lograr la formación de profesionales de
calidad.
• Compromiso con las actividades claves, es motivar y sensibilizar la
importancia de las actividades claves para la formación de profesionales de
calidad.
• La gestión debe ser sistemática, permanentemente y estimular o apoyar la
realización de las actividades claves de la formación.
• La gestión debe estimular la innovación o cambio en la ejecución de las
actividades claves para evitar la rutina y perdida de interés y compromiso por
su realización.
• En su gestión debe apoyar la resolución de problemas en dos dimensiones:
a. Superar el problema y prevenir que no surja nuevamente y b. Que la
solución aplicada para superar el problema conlleve simultáneamente la
generación de un cambio de carácter positivo.
Complementariamente el directivo líder debe dar respaldo a los equipos de trabajo,
potenciar a las personas para que desarrollen sus inquietudes, iniciativas y
creatividad, como fomentar la responsabilidad, el espíritu de equipo, el desarrollo
personal, y, especialmente, es el generador de la creación de un espíritu de
pertenencia.
Capacidades generales para el liderazgo
El directivo líder requiere conscientemente poner en acción las siguientes
capacidades en su gestión:
• Pensar en términos de sistema, y saber cómo dirigir los diferentes procesos
institucionales.
• Comprender la variabilidad del trabajo que se debe planificar y en soluciones
de problemas específicos.
• Entender a los miembros de la comunidad y la razón de porque se comporten
como lo hacen.
• Fundamentalmente dar una visión clara del resultado que se quiere lograr,
dar significado, dirección y orientación a las acciones que se realizan para
lograr los resultados.
Cultura de calidad en la institución de educación superior
Para lograr gradualmente una cultura de calidad en la institución de educación
superior, se debe tener presente:
• La cultura de la calidad comienza con la definición de una política de calidad
y el planteamiento de objetivos institucionales, los cuales deben ser claros y
cuantificables, que estén en sintonía con los objetivos estratégicos
institucionales, deben ser específicos, alcanzables, relevantes y con plazos
determinados para lograr los niveles de calidad establecidos.
• El seguimiento y la medición son prioridades, tanto el directivo líder como los
miembros de la comunidad debe verificar en cada fase, el desarrollo de las
actividades y en qué nivel se están alcanzado.
• El riesgo es parte de la toma de decisiones, por tanto se debe considerar al
momento de las decisiones las amenazas que están presentes o se podrían
presentar al momento de ejecutar las actividades y como neutralizarlas o
eliminarlas.
• El objetivo no es el cumplimiento de la realización de las actividades
programadas, la atención se debe colocar en la calidad de los resultados que
se generan de las actividades.
• El liderazgo es claramente de apoyo a las personas que ejecutan las
actividades, incentivando las interacciones, el trabajo en equipo y la
colaboración en la ejecución de las actividades.
• Los problemas se asumen por los equipos que realiza las actividades,
buscando alternativas de solución validas y consistentes.
Se debe generar un clima de calidad y consolidar los valores institucionales
alineados con la calidad de la formación de profesionales.
La alineación entre la cultura, el comportamiento y los indicadores de calidad deben
generar acciones centradas en la formación de los estudiantes.
Una cultura de calidad se mantiene en el tiempo basándose en el principio de la
mejora continua. Se debe generar una actitud de mejora continua en todas las
personas de la institución.
Es fundamental reconocer y destacar a los miembros o equipos que demuestran
constantemente un compromiso con la calidad de los resultados, este
reconocimiento eleva la moral y refuerza la importancia de la calidad en toda la
institución.
Gestionar una cultura de calidad es un proceso continuo y sistemático que exige un
enfoque sistémico, basado en valores fundamentales y la mejora continua.
Bibliografía
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Publicado 28 de agosto de 2023.